17 El rey había puesto de vigilancia a la puerta al escudero en cuyo
brazo se apoyaba; pero el pueblo le pisoteó en la puerta y murió, según la
palabra del hombre de Dios, cuando el rey bajó donde él.
18 Sucedió según la palabra del hombre de Dios al rey cuando dijo:
«Mañana a esta hora estarán a siclo las dos arrobas de cebada y a siclo la
arroba de flor de harina en la puerta de Samaría.»